Anoche dejaste esta canción bailando en mi cabeza. Decías que me la dedicabas.Que me quieres mucho.
Tú y yo sabemos que somos tan frágiles, que ya no nos rompemos. Que nos volvimos fuertes. Que ya no lloramos. Que sólo echamos de menos. Y no siempre. Tan solo domingos por la tarde (y yo incluyo algunas noches).
Te duele escucharme decir que no conozco demasiado la felicidad. Que no suele quedarse mucho por aquí. Tú la buscas. A mi me da igual.
Pero al bajar del coche, siento que me has agitado el corazón al igual que se agitan esas bolitas de cristal para ver la nieve lentamente caer... y me doy cuenta de que ya no tengo ganas de llorar... y me quedo durmiendo con la nariz fría.
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