27 marzo 2010

un posible final


Me voy a poner seria conmigo misma.

Quién me conozca aunque sea un poquito, sabe que me encanta escribir. Quién me conozca un poco más, sabrá por qué empecé a escribir este blog. Todo fue una broma. Buscaba un lugar donde poder dejar todas estas tonterías que se me pasan por la cabeza continuamente (y por supuesto, para poder leer las tuyas) y para hablar de esa persona que daba vueltas en mi vida sin saberlo.

En una de las entradas, hace mucho tiempo, escribí que me gustaría ser viejecita para saber si te besé. Hoy por hoy (y sin ser tan viejecita) sé la respuesta. Pero sin embargo, sigo sin calcular exactamente cuál fue el precio que pagué o sigo pagando.

Ya casi va a hacer un año que empecé con la broma y no voy a decir que dejaré de escribir (eso sería prácticamente imposible porque ni las servilletas se me resisten), pero sí que me gustaría creer que dejo de escribirte a ti. Es solo para que deje de doler el corazón. Creo que no es muy egoísta por mi parte.

Pero como esta entrada se queda demasiado fría hasta para mí, haré mi pequeño resumen del ‘casi año’ a lo mujer desastre. Ahí va:

- Estancias en la cárcel 0
- Besos lésbicos 0
- Enamoramientos: perdí la cuenta, soy así!
- Número de canciones para mí: 2
- Novios perdidos pero luego recuperados tras un importante incidente diplomático: 0
- Propuestas de matrimonio: perdí la cuenta, pero bueno, ninguna que mereciera la pena.

Una mejora excelente (mentira cochina, pero así es el guión…)

La princesa de madera (o sí, Bridget Jones) la ha cagado por última vez en su vida (eso espera) y como podéis ver todavía no he encontrado mi final feliz. Pero estoy convencida de que la felicidad es posible, aunque tengas 22 años y el culo como dos balones de fútbol.
Sí señor!

1 comentario:

  1. Es a ti misma a quien has de dedicar tus escritos porque mañana al releerlos te sorprenderas y creeras conocerte mejor.
    La felicidad es posible basta con patear el "In" que casi siempre le colocamos delante.

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