como los paseos de la mano bajo la lluvia
o los sugus amarillos de nuestra bolsa de chucherías,
como el último pistacho entre tanto garbanzo,
como tu calor en mi cama,
como los sueños cumplidos
o el alboroto de cuando éramos niños,
como las zapatillas gastadas
o los bolsillos llenos de arena,
como las cartas que te escribía,
las horas muertas en el balcón,
como las largas horas para verte
o los sueños en los que te besaba
y es que la suerte es una ramera
de primera calidad
Todo se termina,
ResponderEliminary todo vuelve a empezar.
¡Saludos!
Nos leemos,
buena semana!