No sabes cuán infinitamente feliz
me resultaba encontrarte 'casualmente'
cada mediodía por la Gran Vía.
Ver tu sonrisa de lejos,
olerte.
Tú volvías de tus clases.
Yo me iba al trabajo.
Y ser dos desconocidos
entre toda aquella gente
que se fundían en un beso.
Y solo se detenía el tiempo
para tí y para mí.
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