15 agosto 2013

como daba los besos lentos le duraban más


Se preguntaba a qué podía saber su piel mientras peinaba con su índice el final de un pequeño rizo. No le había dicho que se dormía cada noche imaginando las cosquillas de su risa en su nariz. 
Y se prometió darle el beso más largo, suave y tibio que cupiera en un recuerdo.


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