28 septiembre 2014

de campeonatos y campeones


Apagué las luces cuando te fuiste y me dediqué a sacar lo peor de mí. Hasta ahora, que sigo con las luces apagadas y sacando lo peor de mi. Cuánto odio hacia no sé qué que he sentido. Probablemente hacia mí mísma y hacia todas las mentiras. Probablemente hacia todas tus provocaciones. Hacia la cobardía, al fin y al cabo. Hacia el egoísmo; hacia mí. 

Y ahora alguien se acerca [despacito] a enceder [tenuemente] la luz. Mi luz. Así que un domingo lluvioso de playa, mientras el frio y el viento alborotan mis pestañas, sigo remendando el corazón y lo adoctrino para que todo sea un sueño: si fuiste parte de mí, ni te reconozco ni me acuerdo. Si te eché de menos, ni reconozco el sentimiento ni me acuerdo. Si alguna vez me quisiste hacer daño con o sin intención, ni sé cuándo, ni dónde, ni quién. Y si alguna vez te encuentro... espero que no seamos ni tú ni yo. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario