De desamor y amores andaba la cosa. De desilusiones y promesas.
Tú me escribías al otro lado del cristal sobre amaneceres y olas, sobre sueños y canciones prohibidas.
Yo leía historias en inglés mientras sonreía con tus sueños y acariciaba a quién dormía en mis pies.
Por aquel entonces vestía de azul. Como tus ojos. Y veía salir el calor de la carretera cada tarde. Me esperaban noches de libros y café. Y los jueves me daban cosquillas en el cuello.
Las cosquillas de buscarte.
Las cosquillas de tu olor.
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