30 marzo 2014

Previo a estudiar


Que me da igual el día, 
la hora, 
el momento. 

Que no pidas permiso para colarte en mi cama, 
en mi cuello, 
en mi ombligo.
Entra de puntillas y despiértame sin despertarme.

Me gusta saberte así, despacio, 
sin tiempo, 
sin prisas.
Sin embargo el reloj camina despiadado 
y me persigue el miedo de no verte venir; 
de verte marchar. 

Qué extraño sentirte lejos y cerca: 
posesivo y nada. 

Qué
 puñetera
locura
es
esta

Qué hago 
colándome en la vida de alguien. 

Ahí va mi ración de pánico: 
destrozarte la vida, 
entrar sin pedir permiso,
 ser grosera y estúpida. 
Volver a caer en el abismo de ver pasar el tiempo.
No ser yo, 
ni tú ser tú. 
Quedar suspendida en tus labios;
en tus latidos
 cuando no ocupes mis sábanas. 
No vivir, 
no compartir el futuro 
ni el presente.

Amar sin amarnos bien.
Ser unos putos suicidas bailando.






No hay comentarios:

Publicar un comentario